Páginas

jueves, 23 de mayo de 2013

Eterno retorno


Transitan descalzos por montañas azules, en cuyas laderas algunas estrías de espuma acaban doblegándose a ser nube. Ellos descansan de su viaje milenario en las orillas de estos lagos celestiales, y se abstraen mirando el reflejo de la tierra. Les inquieta esa imagen que navega, atropellada o prudente, según el viento. Pero siguen contemplando ese rudimentario y misterioso cuadro. Hay rebaños de peces, bancos de pájaros, árboles resumidos en sus copas, casillas grises que conforman azoteas y cabezas que caminan deprisa por senderos de asfalto. Un mundo plano. Una existencia menor. Cuando se aburren, juegan a posar uno de sus dedos en la superficie, formando nimbos en ese espejo de algodón, y se desencadenan mareas, oleajes, tempestades, hasta que la nube, molesta, decide llover. Entonces crecen bajo las copas, ramas, troncos, raíces. Bajo las cabezas, cuerpos, brazos, piernas. Y ellos ríen y festejan y enloquecen porque han dotado al cuadro de una tercera dimensión. Algunos, en un alegre pero torpe baile, tropiezan con un mendrugo de lluvia y caen dentro de la nube, ahogándose en la cloaca del tiempo, en un viaje telúrico. Se incorporarán a ese mundo, y en las melancólicas tardes de octubre, pasearán por los parques llenos de niños, se abstraerán mirando el reflejo del cielo en un estanque, y creerán oír, en el temblor de sus aguas, el rastro de sus nombres primigenios. Y reirán y festejarán y enloquecerán. Y en un traspié premeditado caerán dentro, ahogándose en la alcantarilla del tiempo, en un viaje seráfico.

9 comentarios:

  1. Qué pieza, chica, qué bueno que traduces a esos pequeños seres que te habitan. Me gusta la imagen de posar uno de sus dedos en la superficie formando nimbos, y el mendrugo de lluvia.
    Excelente, mi querida amiga.
    No diré lo que luego dirá el payaso, cuando llegue por aquí.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Da gustito perderse en tus palabras Ángeles...

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  3. Bájese, mi querida ángel anónima... que no llegamos.
    Súblime. Con acento en la u.

    Pd: ¿era eso, Anita?

    ResponderEliminar
  4. Qué chulo te quedó, Ángeles! Qué gusto leerte!

    ResponderEliminar
  5. Qué abstracción de poesía.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Algunos, en un alegre pero torpe baile, tropiezan con un mendrugo de lluvia y caen dentro de la nube, ahogándose en la cloaca del tiempo

    Íntimo, surgido desde las entrañas. Muy bueno.

    ResponderEliminar
  7. MUy BUeno..!!!!! Me he quedado por aca te invito a que me visites. Un calido saludo.

    ResponderEliminar
  8. Hola, ángeles.
    Inaugurás el texto con "estrías de espuma acaban doblegándose a ser nube" fuá no dejo de admirarme realmente de tu trabajo con la palabra y coincido con Anita en las mismas metáforas.
    Una prosa virtuosa y con estilo propio y eso ciertamente no abunda, no y menos en blogs.
    Un disfrute leer.
    Saludos van.
    San Montelpare

    ResponderEliminar